Kiko de la Maza en acción

Para los que no lo conozcan aún, que en el mundo del baloncesto español son pocos, Kiko de la Maza Alonso es uno de los mejores (para mí, relaciones familiares aparte, el mejor) árbitros nacionales.

Ha arbitrado alrededor de 700 partidos de ACB en más de 20 temporadas en la élite (muy pocos de los árbitros en activo se acercan o le superan en número de años) y, por su especial "estilo", no deja indiferente a nadie, en especial, para qué la vamos a ocultar, en Vitoria. Todavía recuerdo cuando empezó a arbitrar (llegó a pitarme algún partido en mi edad escolar), acompañado del Maestro Neyro, otro fenómeno vizcaíno del arbitraje.

Tiene, pues, fama de duro en la cancha y es de los que se crece ante los ambientes tensos pero fuera de la pista es un tío estupendo.

Como muchos sabéis, los De la Maza de esta rama procedemos de una familia de periodistas. Nuestro abuelo Jesús fue la firma de El Correo en las crónicas taurinas, con el seudónimo de Currito, dejando el apellido para identificar las crónicas del Athletic. El padre de Kiko, Jesús, también desarrolló toda su carrera profesional en las entrañas de este mismo periódico vizcaíno. Y mi padre, Luis Mª, en plan casi amateur, heredó de nuestro abuelo la corresponsalía de El Mundo Deportivo en Bilbao: Todavía le recuerdo los domingos por la tarde transmitiendo las crónicas de los partidos por teléfono (dicen las malas lenguas que, cuando yo nací, estaba en San Mamés viendo al Athletic)

Volviendo a Kiko, y en palabras suyas, "cuando las cosas se ponen calientes o alguien busca una técnica para provocar un cambio, a mí me resulta excitante".

La última "hazaña bélica" de Kiko se produjo hace unos días, cómo no, en Vitoria, en un (según la prensa local) delirante arbitraje protagonizado por Kiko, Oscar Perea y Carlos Cortés en un partido entre el Caja Laboral y el Barcelona. Los tres colegiados "enervaron a la grada del Buesa Arena" (no resulta muy difícil) y "desquiciaron a los jugadores del Caja Laboral con un incesante carrusel de errores".

Se añadía en el periódico que los árbitros se cebaron con saña con el Baskonia al señalizarle tres técnicas - incluida una descalificante a Dusko Ivanovic (qué raro) -, una falta antideportiva a Fernando San Emeterio y varios pasos más que discutibles. Claro, luego vino a rematar la faena el ínclito Josean Querejeta, que acusó a los árbitros de "provocadores y tendenciosos".

Nada, Kiko. Ni caso. Tú a lo tuyo y a dejar el pabellón Mazista bien alto.

P.D. (17/12/2010) Parace que los vitorianos tienen más influencia de lo que parecía y que han metido a Kiko un par de semanas en la "nevera". ¡No hay justicia en este mundo!