A pesar de su deplorable aspecto, el Mazista que traigo hoy a estas líneas es uno de nuestros más ilustres homónimos, que no todo tienen que ser hazañas deportivas.Francisco de la Maza y de la Cuadra nació en San Luis Potosí (México), aunque desde muy joven residió en México D.F., que sería su ciudad adoptiva hasta su muerte. Empezó estudios de Derecho aunque los que completó fueron los de Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México, interesándose por el arte y más especialmente por el mexicano de la época novohispana.
Son tres las líneas fundamentales de su labor: la del estudioso, la del maestro, y la del defensor del patrimonio artístico e histórico. Tenía una envidiable capacidad de exposición y un sentido teatral de la misma y atraía por ello multitudes. Polemista formidable, afiló su pluma en el esfuerzo de detener el deterioro del patrimonio nacional.
Fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia, fue correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, entre otras instituciones.
Vamos, una eminencia de la que los De la Maza podemos muy bien presumir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario