Mañana es 20 de Enero y, como supongo que todos sabéis, éste es el día en que los donostiarras celebran su gran fiesta. Reservo este hueco para recordar los buenos ratos que hemos pasado siempre los que, aun no siendo de allí, hemos tenido la gran suerte de disfrutar de esta gran celebración (y lo seguimos haciendo cada 31 de Diciembre oyendo en el viejo equipo de música de casa las piezas de Raimundo Sarriegui)
A partir de esta medianoche (concentración de prácticamente toda la ciudad en la Plaza de la Constitución, izado de bandera, marcha de San Sebastián de la compañía Gaztelubide, gorros de cocinero, barriles y tambores, cantineras y gastadores, etc.), alrededor de 20 tamborradas desfilarán durante 24 horas consecutivas por todos los barrios, si el cuerpo les aguanta, por supuesto. Y mañana serán los niños los protagonistas de la magnífica Tamborrada infantil.
Os apunto a los ignorantes que todo esto es la recreación histórica de una especie de desfile de las tropas que lucharon en las guerras napoleónicas y que pasaron por San Sebastián. Lo que inicialmente fue una parodia que los chiquillos hacian de esos soldados que solemnes desfilaban por las calles de la ciudad, se ha convertido en un hecho cultural de primera magnitud.
¡Que lo disfrutéis, parientes y amigos donostiarras!
A partir de esta medianoche (concentración de prácticamente toda la ciudad en la Plaza de la Constitución, izado de bandera, marcha de San Sebastián de la compañía Gaztelubide, gorros de cocinero, barriles y tambores, cantineras y gastadores, etc.), alrededor de 20 tamborradas desfilarán durante 24 horas consecutivas por todos los barrios, si el cuerpo les aguanta, por supuesto. Y mañana serán los niños los protagonistas de la magnífica Tamborrada infantil.
Os apunto a los ignorantes que todo esto es la recreación histórica de una especie de desfile de las tropas que lucharon en las guerras napoleónicas y que pasaron por San Sebastián. Lo que inicialmente fue una parodia que los chiquillos hacian de esos soldados que solemnes desfilaban por las calles de la ciudad, se ha convertido en un hecho cultural de primera magnitud.
¡Que lo disfrutéis, parientes y amigos donostiarras!